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Qué es un intérprete jurídico

Podríamos decir para que, para hacer una simple definición: un intérprete jurídico es aquella persona que hace que el detenido (acusado) o la persona que acusa se pueda entender con todo el sistema judicial. Ya sea con los jueces, como con los abogados, con los forenses o los peritos. En definitiva, con cualquier persona que esté dentro de ese mismo proceso judicial sin que el idioma sea un impedimento.

Por este motivo, desde la agencia de traductores en Albacete de Traducciones Agora, hemos elaborado este artículo para ayudarte con tus posibles dudas sobra esta especialidad traductora.

Qué características debe tener un intérprete jurídico

Para ser un intérprete, en general, hace falta tener muy buena memoria. Del mismo modo, contar con muy buenas habilidades con los idiomas, tanto el idioma materno, como con aquellos idiomas con los que trabaje. Porque es fundamental entender muy bien lo que le estén diciendo para luego transmitirlo en otro idioma.

Centrándonos ya en la figura del intérprete jurídico, también debe ser una persona con un bastante sentido común y con mucha empatía. Ya que, al fin y al cabo, está trabajando con personas. No está detrás de una vitrina como como en una cabina de interpretación, está interactuando con una persona. En este aspecto hay que tener mucho cuidado y no confundirlo con un traductor de textos jurídicos o un traductor jurado.

Qué salidas laborales tiene un intérprete

Tiene todas aquellas salidas en las que haga falta una persona para que dos partes se entiendan. Y de esto hay 10.000 contextos o ejemplos: en un juzgado, en el médico, en un congreso, en una visita empresarial, feria de congresos, etc. Por lo que las salidas profesionales hay tantas como uno pueda imaginar. Además puede crearse su propia cartera de clientes, trabajar interpretando para empresas de traductores, o una combinación de ambas opciones.

Lo realmente importante es que un intérprete piense qué es lo que le gusta. Intentar llevar su profesión a los campos que él prefiere y hacer ver a esas personas que necesitan la figura de un intérprete. Porque muchas veces lo que sucede es que la sociedad no sabe, o piensa que con alguien que hable cuatro palabras en otro idioma ya es suficiente. Y no, muchas veces la figura del intérprete arreglaría muchísimas cosas.

Retos que tiene un intérprete jurídico

Lo más destacable quizá es mantenerse un poco al margen de la situación. Es difícil no involucrarse, es imposible no mediar. En muchos casos hace falta precisamente que ese interprete sea también mediador, porque de lo contrario, no llegaríamos a ninguna parte. Y es que hay mucho más que palabras, existe toda una cultura detrás.

Pero sí que es cierto que en ocasiones mantenerse al margen cuesta y puedes acabar yendo a casa con esa persona en la cabeza que está pasando por una situación. Quizá muy complicada, pero el intérprete debe ser consciente que ha hecho todo lo que estaba en su mano. Pero indiscutiblemente, siempre queda ese poso que es un poco más complicado de sobrellevar.

Consejos para los estudiantes de TeI

Un buen consejo es que intenten aprender de todo un poco. Sobre todo de aquello que les gusta. Porque al final, en la carrera se facilitan unas herramientas para que puedan desarrollarlas (para interpretar o traducir), pero acabarán trabajando sobre uno o unos pocos temas concretos.

Por lo que, todo lo que sepan, toda esa cultura general, les va a venir estupendamente si estás interpretando en un juzgado o donde quiera que sea.

Luego, si además tienen hobby, por ejemplo, les encanta la fotografía o la magia, si aprenden mucho sobre ese tema y saben muy bien de lo que están hablando, es probable que el día de mañana puedan ser un intérprete o un traductor especializado en esos temas. Y siempre lo van a hacer muchísimo mejor que si están traduciendo algo que no les gusta para nada, como las instrucciones de en un microondas, por ejemplo.

Para finalizar, no te pierdas cómo es el trabajo de un traductor audiovisual

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