Valladolid es una joya cultural en el corazón de España, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Desde la majestuosidad de su historia hasta los matices encantadores de su dialecto, acompáñanos en este viaje fascinante a través de las curiosidades que hacen de Pucela un destino único para los amantes de la lengua y la cultura. En este artículo, elaborado por nuestra agencia de traducción en Valladolid, exploraremos las más importantes curiosidades de la ciudad de Valladolid.
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La playa de Valladolid
A pesar de ser una ciudad ubicada tierra adentro, Valladolid cuenta con una playa a la orilla del río, conocida como la Playa de las Moreras. Este hermoso enclave fluvial es bañado por el Pisuerga y tiene sus raíces en 1951, cuando se estableció una sencilla zona de baño. Con el transcurso del tiempo, la playa experimentó notables mejoras, convirtiéndose en un lugar ideal para refrescarse durante las épocas de calor. Además de ofrecer servicios como baños, duchas, estacionamientos, gimnasio, y un chiringuito para disfrutar de bebidas y aperitivos.
Valladolid es la ciudad mejor iluminada del mundo
En 2011, Valladolid fue reconocida como «la ciudad mejor iluminada del mundo» entre 180 competidores en un concurso en Suecia que contó con la participación de ciudades de cuatro continentes. El galardón se atribuyó al proyecto «Ríos de luz», una cautivadora ruta que guía a los visitantes a lo largo del río Esgueva, destacando los edificios más extraordinarios mediante el uso de la luz.
Un año después, Valladolid ganó una votación popular como la ciudad mejor iluminada gracias a dicha ruta, un reconocimiento que subraya la belleza de esta ciudad castellana. El premio «City. People. Light» fue otorgado mediante una votación global en un sitio web, donde Valladolid obtuvo 80.000 votos.
Valladolid fue capital de España
Valladolid desempeñó el papel de capital en la historia de España, aunque esta designación fue efímera, aconteciendo durante el reinado de Felipe II, concretamente entre 1601 y 1606. En este periodo,
Cristóbal Colón murió en Valladolid
Cristóbal Colón encontró su último suspiro en esta ciudad, falleciendo el 20 de mayo de 1506. Inicialmente, sus restos descansaron en el Convento de San Francisco en Valladolid, antes de ser trasladados posteriormente a Sevilla.
La leyenda del Puente Mayor
Hasta mediados del siglo XIX, el Puente Mayor representó la única vía para atravesar el río Pisuerga, y su origen está envuelto en misteriosas leyendas. Antonio Martínez Viergol, en 1892, narró una romántica historia relacionada con la construcción del Puente Mayor.
En la época medieval, la villa estaba dividida en dos linajes: Reoyo y Tovar. Un joven de la familia Tovar se enamoró perdidamente de una chica que vivía al otro lado del río. En su camino hacia su amada, se enfrentó a un miembro del linaje Reoyo, resultando en un duelo en el que hirió gravemente a su oponente.
A pesar de continuar su camino, la lluvia arruinó su bote, dejándolo incapaz de cruzar el río. Desesperado, maldijo y, según la leyenda, una espuma roja con forma de demonio surgió del río, creando un puente para él. Trágicamente, al llegar a su amada, la encontró sin vida.
Cafeterías con historia
En Valladolid, una ciudad que destacaba por su rica vida cultural, los cafés se erigieron como auténticos bastiones del conocimiento entre 1809 y 1956. Más de cincuenta cafés históricos emanaban aromas cautivadores, cultura vibrante, animadas tertulias e historias fascinantes. Inicialmente situados alrededor de la Fuente Dorada, desde el Corrillo hasta Espadería, posteriormente se concentraron en las calles comerciales cercanas.
El Puente colgante
Este puente se erige como el segundo más antiguo de la metrópoli vallisoletana. A pesar de su denominación peculiar, su estructura difiere de lo que sugiere su nombre. Hasta el 20 de abril de 1865, la ciudad contó exclusivamente con el Puente Mayor como paso sobre el río Pisuerga, hasta que se inauguró el puente colgante.
Andrés Mendizábal, el ingeniero de caminos, concibió la idea de un puente colgante en 1852, pero dos años después, la construcción se detuvo debido a limitaciones presupuestarias y problemas técnicos.
Aunque finalmente el puente no adoptó la forma colgante, los residentes de la ciudad lo bautizaron como Puente Colgante. De la propuesta original, solo se conservaron los pilares de acceso. A pesar de varias restauraciones a lo largo del tiempo, el diseño inicial permanece inalterado en la actualidad.
El Quijote se terminó en Valladolid
La culminación de la obra maestra literaria «El Quijote» de Miguel de Cervantes también tuvo lugar en Valladolid. En la actualidad, la residencia de Cervantes está abierta al público y se destaca como uno de los museos más concurridos de la ciudad.
La Catedral de Valladolid
La majestuosa Catedral de Valladolid fue concebida con la ambición de convertirse en la más grande de Europa. Sin embargo, hasta la fecha, solo se ha materializado el 40% de su diseño original.
Valladolid ostenta cinco denominaciones de origen
Es ampliamente conocido que Castilla y León es una región rica en excelentes vinos, pero quizás desconozcas que Valladolid alberga cinco denominaciones de origen: D.O Toro, D.O Rueda, D.O Ribera del Duero, D.O Cigales, D.O Tierras de León. Visitar Valladolid implica sumergirse en la cultura vinícola. El enoturismo representa una forma única y sensorial de explorar la ciudad.
Recorrer bodegas y degustar sus vinos constituye una experiencia apasionante que Valladolid ofrece, permitiéndote adentrarte en lo más profundo de su corazón. Entre las numerosas bodegas, destacan Villa Mayor en Quintanilla de Onésimo, Yllera en Rueda, y Cepa 21 en Castrillo de Duero, solo por mencionar algunas.
La Plaza Mayor de Valladolid
En el corazón de la capital de Castilla y León se encuentra la Plaza Mayor de Valladolid, un punto de encuentro popular tanto para los habitantes locales como para los turistas que visitan la ciudad. Este emblemático lugar atesora una rica historia que se entrelaza con la propia narrativa de Valladolid.
Inicialmente denominada Plaza del Mercado, la transición al nombre actual de Plaza Mayor tuvo lugar en el siglo XIV. La transformación se debió a su función primordial como epicentro de actividades comerciales, donde los diversos gremios y oficios organizaban sus operaciones.
Aunque el diseño actual refleja la arquitectura renacentista española, la plaza experimentó una reconstrucción tras un devastador incendio en septiembre de 1561, liderada por el hábil arquitecto Francisco de Salamanca.
La leyenda del sillón del diablo
La intrigante historia del sillón del diablo se inicia en la antigua Universidad de Valladolid, un majestuoso edificio de fachada barroca que albergaba un peculiar sillón frailero con abrazaderas de hierro y respaldo de cuero en su sacristía.
Según cuenta la leyenda, este sillón perteneció a un médico del siglo XVI, acusado de realizar rituales oscuros en su casa. Durante el juicio, afirmó que el sillón le fue regalado por un nigromante navarro y que poseía poderes. Solo los médicos podían sentarse en él, y aquel que lo hiciera tres veces, moriría.
Se decía que destruir el sillón también llevaba a la muerte. La Universidad se quedó con el sillón y otros bienes del médico condenado, y la leyenda cuenta que un bedel que se sentó a descansar en el sillón fue encontrado sin vida tres días después.
Valladolid y lo Reyes Católicos
La conexión entre los Monarcas Católicos y la urbe vallisoletana se revela crucial. La unión matrimonial de Fernando e Isabel aconteció en 1469 en el Palacio de los Vivero, un acontecimiento cargado de controversia, desaprobado por Enrique IV y tramado en secreto.
A pesar de estar bajo la vigilancia del noble Juan Pacheco en Ocaña, Isabel logró escapar, mientras que Fernando ingresó clandestinamente a Castilla, asumiendo la identidad de un criado. Posterior a la ceremonia, los Reyes Católicos disfrutaron de su luna de miel a escasos kilómetros de la ciudad, en el Castillo de Fuensaldaña.
La muerte de Isabel ocurrió en 1504 en el Palacio Testamentario de Medina del Campo, nombrado así debido a que la Reina redactó allí su testamento. Aunque dicho edificio fue demolido, la estructura actual es una reproducción.
El bautizo del Rey Felipe II
Felipe II, hijo del emperador Carlos I e Isabel de Portugal, nació el 21 de mayo de 1527 en el Palacio de Pimentel, cercano al convento de San Pablo. Los preparativos para su bautizo comenzaron de inmediato, y la decisión crucial fue elegir la iglesia para la ceremonia. La leyenda sugiere que la elección se debatió entre la modesta iglesia de San Martín y el flamante convento de San Pablo.
La incertidumbre sobre qué templo elegir dio origen a la leyenda, ya que si el niño y la comitiva salían del palacio, la competencia habría sido con la iglesia de San Martín. Por ello, los organizadores se esforzaron al máximo para sacar al bebé por la fachada este del palacio, incluso si implicaba hacerlo por la ventana. Se rumorea que la reja tuvo que ser cortada para que el príncipe pudiera salir.
Jerga local vallisoletana
El lenguaje peculiar de Valladolid incorpora términos como ‘fasero’ y ‘banzo’, constituyendo un enigma para aquellos ajenos a la provincia. Para aclarar, ‘fasero’ alude a los empleados de Fasa, la fábrica de Renault que emplea a miles de habitantes de Valladolid. Por otro lado, ‘banzo’ se emplea como equivalente a bordillo o escalón.
Cada ocasión brinda la oportunidad perfecta para desplegar expresiones que pueden sonar extrañas a los oídos foráneos. Al cocinar, nos enfundamos el ‘mandil’; al fregar, llenamos los ‘calderos’ de agua y nos referimos a los ‘telares’ como objetos que obstaculizan nuestro camino.
Incluso al visitar la panadería, solicitamos «una barra de riche». En el ámbito educativo, llevamos el famoso ‘carpesano’ con anillas para organizar nuestros apuntes, y al salir, nos dirigimos a tomar ‘un chisme’. No obstante, advertimos sobre el riesgo de ser picados por un ‘fínife’, una criatura conocida únicamente en Pucela.
Cuento del Campo Grande
El Campo Grande o Campo de Marte se destaca como uno de los lugares más encantadores en Valladolid. Su diseño posee un toque romántico y alberga la estatua de uno de los poetas más eminentes de Valladolid: Don José Zorrilla Moral, famoso por su obra «Don Juan Tenorio». Sus leyendas constituyen una de las partes más fascinantes y hermosas.
Una de estas narra un episodio en el Campo Grande: Ana Bustos de Mendoza y Tello Arcos de Aponte planeaban casarse al día siguiente. Sin embargo, cuando el novio dejó a su prometida en casa, se encontró con Juan de Vargas, otro pretendiente al que la futura esposa le había prometido esperar durante un año. Esa noche, retaron a un duelo en el Campo Grande, y en medio de la lucha, Tello se dio cuenta de la habilidad de Juan Vargas como oponente, por lo que lo engañó y lo apuñaló por la espalda.
Años después, un fraile presenció a dos caballeros persiguiéndose con espadas en el Campo Grande, hasta que uno de ellos murió mientras era socorrido por un tercer hombre. Tello Arcos fue acusado y detenido; durante el juicio, admitió su culpa en esa muerte, aunque negó otra.
El fraile se obsesionó con la idea de la injusticia hacia Tello Arcos, pasando sus días murmurando «No hay justicia donde no hay Dios» y caminando hasta la orilla del Pisuerga. Un día, avistó una balsa con el cadáver de Tello Arcos y, debajo de él, el cuerpo de Juan de Vargas. En ese instante, Tello se levantó y confesó su traición.
Ciudad pionera en los derechos humanos
La Controversia de Valladolid marcó un enfrentamiento trascendental entre Fray Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda, llevado a cabo en la capilla del colegio de San Gregorio. Este debate es considerado como pionero en la conceptualización de los actuales derechos humanos.
Avistamiento de Ovnis
En 1965, Valladolid se convirtió en escenario de un fenómeno extraordinario cuando hasta 300.000 personas afirmaron avistar un objeto volador no identificado en sus cielos. Este incidente, testificado por un gran número de personas, se erige como uno de los eventos más significativos en la ufología española.
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