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Cómo mejorar la calidad de la traducción

Cuando un cliente invierte dinero en un proyecto de traducción, naturalmente espera un nivel de calidad acorde a su inversión. Los clientes tienen todo el derecho a estar molestos cuando su agencia de traducción habitual le ha entregado lo que, a su parecer, es un trabajo con una calidad inferior a la esperada.

Cuando estos casos suceden, el primer impulso es culpar al traductor y juzgar sus aptitudes. Pero en muchas más ocasiones de las que puedas pensar, este no siempre es el caso. La mayoría de los errores de traducción son el resultado de una mala planificación. Otros muchos proyectos fallan cuando el cliente y su proveedor no se comunican con la eficacia necesaria.

Conseguir un mejor diálogo y una mejor planificación son las claves para mejorar la calidad de la traducción. El primer paso es encontrar los puntos a mejorar y, posteriormente, adoptar las medidas necesarias para solucionarlos.

Problemas de calidad desde la perspectiva del cliente

  1. Traducción literal: para el cliente, los lingüistas han adoptado un enfoque palabra por palabra en la traducción. Las traducciones de los contenidos técnicamente son correctas, pero se pierde la mayor parte de su significado original.
  2. Un mal empleo del lenguaje: el texto traducido no sigue el estilo habitual empleado por el cliente. Esto crea la impresión de que el traductor o la agencia de traductores no se ha molestado en aprender la forma de comunicar del cliente o no han comprendido el tipo de público objetivo al que va destinado los textos traducidos.
  3. Incoherencias lingüísticas: diferentes lingüistas a menudo tienen diferentes enfoques, incluso dentro de la misma empresa. Esto puede dar lugar a incoherencias lingüísticas en las traducciones de los textos originales.

Problemas desde la perspectiva de la Agencia de traducción

  1. El secreto empresarial: la protección de la propiedad intelectual o la confidencialidad restringe la comunicación entre el cliente y la empresa de traducciones. Por este motivo, es difícil desarrollar, por ejemplo, memorias de traducción eficientes.
  2. Los ciclos de desarrollo: cuando las actualizaciones se lanzan con frecuencia, es difícil para los traductores mantenerse al día con la evolución de la terminología. Muchas agencias sienten como si estuvieran excluidos del proceso de desarrollo y tienen la sensación de que se les pone al día en el último momento y con prisas.

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La solución es mejorar el flujo de trabajo en la traducción

Los problemas anteriormente mencionados, pueden solventarse con mejores hábitos de trabajo. Existen dos áreas clave en las que tanto el cliente y la empresa de traductores deben enfocar sus energías para mejorar la calidad de la traducción:

1.- Mejorar la comunicación

  • El contacto regular: cuando todo está funcionando correctamente, existe una tendencia natural a olvidarse de los traductores por completo. Es solo cuando las cosas van mal que los clientes cogen el teléfono para manifestar sus quejas. Esto es un error. Es necesario que cada cierto tiempo, cliente y Project Manager se reúnan y dialoguen para mantener un flujo de comunicación constante.
  • La construcción de relaciones: las colaboraciones regulares en el tiempo, siempre obtienen mejores resultados que los proyectos puntuales. Las probabilidades de éxito aumentan considerablemente si se escoge un buen proveedor y se mantiene en el tiempo.
  • Definir el proceso de revisión: que el cliente no explique a su equipo de traductores la filosofía y objetivos de la compañía, o explicar exactamente qué es lo que se espera exactamente de ellos, puede dar lugar a malentendidos. Esto hará que se preste mucha más atención a factores importantes para el cliente y no tanto en aspectos superfluos para él.
  • Definir prioridades: la percepción del cliente de la calidad de una traducción puede ser muy diferente a la de los traductores. ¿Son el detalle y la precisión las principales prioridades?, ¿Los lingüistas tienen licencia para alejarse del sentido literal del texto original?. Este tipo de aspectos no se pueden dejar al azar, es fundamental que se defina lo que se quiere antes de comenzar el proyecto.

2.- Mejorar el proceso de trabajo

  • No dejar la traducción para el final: una buena estrategia de localización no debe dejar para el final del ciclo de desarrollo de un nuevo producto. Esto evita que los traductores dispongan de una cantidad muy limitada de tiempo para hacer preguntas y refinar su enfoque. Integrando el proceso de traducción al comienzo de la fase de desarrollo de un producto o servicio, permite a los lingüistas tener más tiempo para lograr los mejores resultados.
  • Optimizar el texto de original: una traducción precisa depende de que el contenido original sea fácilmente comprensible. Un texto original puede haberse creado con un lenguaje o forma de expresión muy particular o con un vocabulario estandarizado. Desarrollar una guía de estilo por parte de los creadores de contenido original y compartirlo con su agencia de traducción es vital en este aspecto.

Prestando atención a todos estos puntos, sin duda se pueden evitar malentendidos y que el cliente reciba sus textos traducidos con calidad necesaria para que quede plenamente satisfecho.

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