Desde la empresa de traductores en Zaragoza de Traducciones Agora hemos preparado el siguiente artículo que creemos te puede ayudar con tus dudas. El proceso de traducción que debe seguir un traductor puede variar según el texto, la persona, y según la necesidad de los clientes para los que estamos trabajando.
Así que, cuando hablamos de los pasos a seguir a la hora de traducir un documento, hay que tener todo esto en cuenta. Pero como traductores, podemos recomendar seguir siempre estos 7 pasos para poder realizar una traducción de buena calidad.
1 – La lectura inicial
Casi todos estamos de acuerdo que el primer paso del proceso de traducción debe ser leer el texto original. Obviamente, no vamos a saber qué es lo que tenemos que traducir si no leemos antes. Así que hay que leer primero el documento para hacernos una idea global del mismo.
Muchas veces hay que buscar palabras que no acabamos de entender, especialmente si es un texto técnico o especializado. Naturalmente, es mucho más sencillo traducir sobre temas que nos son familiares o nos gustan. Esto es verdad, pero en muchas ocasiones tendremos que traducir textos que no son de nuestros temas favoritos. Y para poder familiarizarnos, hay que buscar la terminología y consultar con expertos en el campo del que trate la traducción a realizar. Así que hay que leer y estudiar bien el documento original.
2 – Detectar y solventar las dudas
El segundo paso es algo en que casi todos estamos de acuerdo. Al mismo tiempo que realizamos la primera lectura del texto, es una buena idea subrayar y marcar los términos y frases que no acabamos de comprender o que no conocemos (ya sea en el en el idioma original o en el idioma al que vamos a traducir).
Todos estos términos que hemos subrayado y que nos plantean dudas, se han de buscar en un diccionario. Pero no solo hay que limitarse a los diccionarios, ya que existen muchas herramientas disponibles para consultar (pues ver este artículo al respecto). Se puede encontrar la respuesta a esos términos desconocidos, por ejemplo, visitando páginas de Internet, haciendo búsquedas en Google y en otros buscadores. Puedes buscar productos, servicios, compañías o artículos en los se trate el mismo tema que estás traduciendo.
Así que no hay que limitarse solamente a los diccionarios, ya que en muchas ocasiones sucede que los diccionarios son demasiado “secos”. Es decir, ofrecen términos exactos, literales… y muchas veces no son los términos que utiliza la industria, por poner un ejemplo.
3 – Volver a leer el texto original
Este es un paso que recomendamos hacer, aunque algunos traductores no lo realizan. Se trata de volver a leer el texto original una vez ya hayamos solventado y aclarado las dudas terminológicas. De este modo podemos comprenderlo mejor, ya que después de hacer la investigación, es muy probable que podamos entender con más exactitud el texto original. Así que una segunda lectura (incluso una tercera), siempre es recomendable para afianzar la solución a las dudas.
4 – Traducir el texto
Solamente después de todos estos pasos de leer, buscar y releer, comenzamos a traducir. Y al hacerlo, tenemos que ser profesionales y poner todos nuestros sentidos en hacerlo lo mejor posible. Por lo que si hay que volver a rebuscar de nuevo alguna terminología o expresión que no nos acaba de gustar, hay que hacerlo.
5 – Dejar reposar la traducción
Muchas veces no damos mucha importancia a este paso. Y no es otro que darle un “descanso” o dejar reposar la traducción una vez finalizada. Nos referimos a dejarla a un lado durante un tiempo y dedicarnos a otra cosa.
En muchas ocasiones, por ejemplo, los traductores trabajamos en varios proyectos a la vez. Por lo que si trabajamos en un texto económico de un banco, y lo terminamos, pasamos a otro documento de otro proyecto (una traducción jurídica, por ejemplo). Si no es así, es recomendable dedicarse a una actividad totalmente diferente, o incluso pasear y “desconectar” la mente.
Este descanso o reposo que le damos a la traducción finalizada no tiene que ser de mucho tiempo. Algunos recomiendan uno o dos días, pero en la mayoría de ocasiones, como traductores profesionales, no tenemos tanto tiempo. Así qué con un par de horas es suficiente.
Desconectar nuestra mente de la traducción que acabamos de terminar es muy importante, ya que nos permite volver a retomarla con la mente abierta. Cuando se trabaja muchas horas con un texto, podemos tener delante de nuestros ojos un error y no darnos cuenta. ¿Te suena ese dicho de “los árboles no te dejan ver el bosque”?
De hecho, este paso no solo se aplica a los traductores. También se recomienda para los escritores, redactores de contenido e incluso hasta para los programadores informáticos.
6 – Revisión la traducción
Después de este descanso, lo recomendable es comenzar la revisión de la traducción. Es aquí donde comenzamos a pulir lo que hemos escrito, revisamos errores gramaticales y seguimos revisando terminología. Pero también la sintaxis, para asegurarnos de que se lea como si fuera un documento original en el idioma al cual estamos traduciendo.
Después de revisar la traducción, incluso más de una vez, ya podemos darla por finalizada. En muchas ocasiones, si estamos trabajando con una agencia de traductores, cuentan con otra persona en la empresa que realizara otra revisión de la traducción. Por lo que, al menos los ojos de dos personas realizan este control de calidad.
Incluso algunos hacemos funciones de traductores y/o revisores si se trata de un proyecto grande. Pero como tenemos que ser buenos profesionales, siempre es muy buena idea revisar nuestro propio trabajo las veces que sean necesarias para asegurarnos de que esta bien.
Si después de este paso del proceso de traducción de un texto, todavía nos queda alguna duda, es recomendable consultar al cliente. No es nada malo, ni es señal de poca profesionalidad. Eso sí, no podemos “avasallar” al cliente con infinidad de dudas. Debemos investigar e intentar encontrar la traducción adecuada, pero en ocasiones, hay algunos términos con los que no queda más remedio que consultar al cliente.
7 – Leer la traducción en voz alta
Después de revisar, el último paso que se debe hacer es leer la traducción en voz alta. Recuerda que comenzamos el proceso de la traducción leyendo el documento original. Así, leyendo nuestra traducción en voz alta, obtenemos una idea de cómo fluye, de las interrupciones, la puntuación, etc.
Nota final
Una vez explicado el proceso de traducción, habrá traductores con mucha experiencia que tendrán sus propias preferencias y su manera preferida de trabajar. Otros en cambio, llevan muy poco tiempo en el sector de la traducción.
Para estos últimos recomendamos que practiquen. Que no se limiten a traducir noticias o artículos sencillos. Que busquen textos complejos, de diferentes áreas temáticas para poder conocer más términos, para buscar referencias en internet, etc. Todo esto es una excelente práctica.