Dentro del estudio de las lenguas e idiomas, una de las cuestiones más recurrentes que el hombre contemporáneo se pregunta es el de la comunicación humana. Y por lo tanto, el del análisis del lenguaje. Uno de los mayores expertos en esta materia, el profesor R. Jakobson, según sus estudios desarrolló una de las más reconocidas teorías al respecto. Desde las oficinas de nuestra empresa de traductores en Barcelona te presentamos «el análisis del lenguaje».
¿El lenguaje es el único medio de comunicación?
Edward Sapir, gran lingüista del siglo XX, ya describía la comunicación como el más importante y mayor aspecto dinámico de la humanidad. No existe una sociedad sin una red, tejida en extremo, de comprensiones totales o parciales que se establecen entre los miembros de unidades organizadas de cualquier complejidad o tamaño.
De acuerdo con el juicio preciso de este reconocido lingüista, el lenguaje, que es el modo más explícito de comportamiento comunicativo, sería el proceso de comunicación por antonomasia en toda sociedad conocida.
Es por tanto, muy importante contemplar que, cualquiera que sea la limitación de una sociedad primitiva vista desde la ventajosa perspectiva de la civilización, su idioma es tan completo, preciso y potencialmente creador de simbolismos referenciales como la más sofisticada de las lenguas que se conozcan.
El lenguaje, por tanto, es el medio principal de la comunicación, aunque obviamente no es el único. El idioma de los signos, repetidamente planteado y enunciado por lingüistas y filósofos, denominado semiología (o semiótica), cada vez está más presente en la actualidad. Esta ciencia investiga los rasgos que son comunes en todos los sistemas de signos, las características específicas de cada y su interrelación.
Es natural pues, que los principales temas de la semiología sean el lenguaje, la influencia sobre los otros sistemas de signos y su estructura. Pero sería un gran error obviar o subestimar los otros sistemas de signos humanos y otorgarles propiedades que son exclusivas del lenguaje.
Debido a que el lenguaje es el principal instrumento de comunicación, hay que tener presente que su función principal, la comunicación interpersonal, se complementa con otra. La comunicación intrapersonal. Este tipo de comunicación se desarrolla gradualmente durante el aprendizaje de un idioma. Y origina diversos procesos mentales que son tan primordiales como el lenguaje interior.
Delante de la comunicación interpersonal, que libra el espacio, la comunicación intrapersonal se proclama como el medio básico más importante para salvar el tiempo. En este punto, es de justicia recordar la afirmación de otro gran lingüista, Emile Benveniste que en su día afirmó:
“Si somos de la opinión que sin la existencia del lenguaje no habría posibilidad alguna de humanidad ni de sociedad, esto es debido a lo particular del lenguaje; que básicamente es, significar”.
¿Qué misión tiene la lingüística?
El cometido principal que tiene la lingüística, en todos sus niveles, es el de desplegar en la época actual la comprobación de la relación entre el significado general de un signo verbal y su contexto. Esto es así debido a que la “dependencia contextual” es la característica principal de los diferentes idiomas, y es anterior a la creatividad.
Las posibles diferencias entre las lenguas formalizadas (independientes del contexto), y las diferentes lenguas naturales (dependientes del contexto), son un elemento muy importante dentro del campo de la investigación en semántica comparada.
Por tanto, el empleo del criterio de “dependencia contextual” ofrece un nuevo camino para una interpretación lingüística de la extensa experiencia comprendida en la retórica tradicional, con toda su doctrina de figuras y tropos (sustitución de una expresión o frase por otra cuyo sentido es figurado).
Bajo el amparo de la semántica verbal, muchos campos que hasta la fecha eran ignorados por la metodología y teoría lingüística, empiezan a ofrecer unos ricos y provechosos resultados en la labor del análisis del lenguaje y de la lengua en todas sus variedades. Por ejemplo, hablamos de ámbitos como traducción profesional, la paráfrasis, el multilingualismo, el metalenguaje, el bilingüismo y la circunlocución.
El estudio del léxico y de la semántica de la gramática, todavía en nuestros días, se puede beneficiar del gran legado dejado por uno de los más ingeniosos e importantes lingüistas: Sánchez de las Brozas. Una de sus obras, titulada Minerva: seu de causis linguae lati- nae, de 1562 y 1587. Ya estudiaba y analizaba la problemática de la dialéctica lingüística.
¿Qué relación existe entre los signos y su significado?
Es evidente que los signos verbales en particular, y resto de signos en general, no deben ser tratados sin tener presente en todo momento su significación. Por lo tanto, el estudio de los diferentes tipos de significados y sus interrelaciones y su significación. Es decir, lo que se denomina comúnmente semántica, es el componente principal de la lingüística, la ciencia de los signos verbales. Y, de la ciencia de todos los signos posibles, la semiótica.
Desde la antigüedad, los investigadores del lenguaje y de los signos verbales observaron la esencia de su estructura en la relación entre el signatum y el signans, para emplear la traducción de San Agustín en los términos griegos introducidos por los estoicos (signifié y signifiant y en la traducción en francés de Ferdinand de Saussure). Signans significa lo perceptible y signatum lo inteligible, el aspecto traducible del signam (signo).
La ciencia del lenguaje, en todos sus aspectos, necesita necesariamente la semántica. O lo que es lo mismo, si la lingüística se olvidara del significado, no tendría sentido alguno, ella misma lo perdería.
Por ejemplo, la poesía se basa en el signo verbal como tal. Esta importante particularidad de la poesía está centrada en el significado, el sonido, y su interrelación. La semántica es un constituyente fundamental de la poesía y, por lo tanto, de la Poética, que no es otra cosa que su análisis científico.
Cualquier variante de la lingüística se ocupa de la búsqueda de constantes en relación con las existentes variables. Todas las aplicaciones de este principio tratan principalmente con el valor semántico de los signos verbales. Cualquiera que sea el rango de tales signos en el sistema del lenguaje.
Es por este motivo y no otro, que la observación semántica debe ser cuidadosamente entendida en lo que atañe a los componentes fonémicos, palabras y frases. También, morfemas, segmentación del discurso y estructuras sintácticas. La principal diferencia entre los significados léxicos y gramaticales tiene que sufrir un profundo desarrollo en la lingüística.
Para finalizar, no te pierdas los universales lingüísticos.