Traducción jurídica
Por definición, se puede afirmar que la traducción jurídica también conocida como traducción legal, consiste en traducir de un idioma hacia otro textos o documentos de índole legal. Pueden ser públicos (documentos oficiales generados por un organismo público o por la Administración) o también privados (creados para reglamentar jurídicamente un acuerdo o negocio entre dos o más empresas o particulares).
Especificando un poco más, podemos definir a la traducción jurídica como la traslación de una lengua a otra de los documentos que se emplean en las relaciones entre empresas o particulares con transcendencia jurídica (como contratos, acuerdos, testamentos o poderes) y del mismo modo en los textos empleados para regular las relaciones entre el ciudadano y el poder público (como lo son por ejemplo las citaciones, denuncias, leyes, querellas o exhortos).
Si existe una especialidad en el sector de las traducciones en la que es imprescindible la participación de verdaderos traductores profesionales experimentados, esta es sin duda, las traducciones legales o jurídicas.
En ningún otro campo, los términos que deben traducirse normalmente suelen ser concretos de uno de los idiomas y no siempre existe una equivalencia directa en el otro idioma. Dicho de otro modo, cada régimen legal ostenta jurisdicciones, características y profesiones que son únicas.
En cualquier caso, sin excepción alguna, una traducción jurídica de excelente calidad demanda un amplio conocimiento de los sistemas jurídicos de los dos países involucrados, así como un gran dominio de los diferentes procedimientos. En nuestra agencia de traducción jurídica podemos facilitarte más información.
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Agencia de traducción jurídica
Garantizar la más alta calidad de una traducción jurídica es de una importancia capital. No permite errores y debe ser rigurosa y precisa. Cualquier tipo de desviación o mala interpretación de algún término o ley, puede suponer pérdidas económicas elevadas.
Para la realización de traducciones jurídicas, en Traducciones Agora creamos equipos de trabajo multidisciplinares formado por traductores, juristas y asesores legales, todos ellos profesionales especialistas con dilatada experiencia. Asimismo disponemos de múltiples herramientas y recursos terminológicos a nuestra disposición.
Con el constante auge del comercio internacional es ineludible que los acuerdos, contratos de compraventa o servicios, transporte o seguros sean traducidos por especialistas de este sector. En los últimos años, la traducción jurídica ha sido avivada por la aparición de nuevos bloques económicos y políticos con sistemas jurídicos comunes.
La Unión Europea, por ejemplo, está ajustando los sistemas para la elaboración de reglas jurídicas que se deberán aplicar en los países miembros. A todo esto, se ha de añadir la siempre creciente movilidad de la sociedad y la globalización del turismo y el comercio, que indefectiblemente han propiciado nuevas y numerosas relaciones administrativas y jurídicas que deben ser traducidas.
Por ello, hoy, más que nunca, es fundamental contar con una agencia de traducción especializada en traducción jurídica como Traducciones Agora, que te acompañe y asesore durante todo el proceso de internacionalización, que resguarde tu inversión y todo tu empeño por acceder a un mercado cada día más globalizado. Un socio en el que confiar, que te ofrezca traducciones de la más alta calidad y que ayude al crecimiento de tu empresa.
Por todo esto, te invitamos a que contactes con nosotros para que nos comentes tus dudas, nos expliques tu proyecto o tus necesidades, y así te podamos ser de utilidad.
Traductores jurídicos
La traducción jurídica es una especialidad que exige el máximo rigor y plantea ciertas dificultades dependiendo siempre de la terminología, los idiomas involucrados y el volumen de las palabras a traducir. Está basada en la precisión y la imparcialidad, sin olvidar que estamos tratando con textos y documentos que requieren especialmente la máxima confidencialidad.
Las traducciones jurídicas son un tipo de traducción singular ya que existen determinados conceptos que ya cuentan con una traducción establecida basada en semejanzas. Pero en la mayoría de casos no se dispone de una traslación estipulada y se debe optar por una opción u otra, apelando a diversos procedimientos de traducción con el objetivo de transmitir de forma óptima el mensaje del documento jurídico y crear una traducción del texto perfectamente entendible por el lector.
Por este motivo, es imprescindible la participación en el proceso de traducción de juristas bilingües para la correcta elaboración de las traduciones.
Por ejemplo, traduciendo el Código de Comercio alemán, podemos hallar diferentes tipos de sociedades comerciales que no existen en el Derecho español. Para poder verificar si estos tipos de sociedades existen con una denominación diferente en España, es necesario comprender exactamente sus características. Por ello es conveniente realizar consultas con asesores juristas ya que los diccionarios bilingües no siempre están actualizados en un sector cambiante a diario.
El factor clave para la realización de una traducción jurídica de calidad es tener la capacidad y recursos para poder combinar distintos procedimientos. La utilización de los diferentes recursos dependerá del contexto y en base a la experiencia adquirida por el equipo de traductores y asesores.
Como hemos comentado anteriormente, este tipo de documentos habitualmente son redactados por profesionales del Derecho. Por este motivo, contienen una elevada cantidad de terminología jurídica que no se utiliza con asiduidad en la vida ordinaria y pueden resultar insólitos para la mayoría de los traductores profanos en esta especialidad.
La importancia de traducir correctamente dichos términos, y no solo sustituir una palabra por otra, es vital, ya que de ellos resultan efectos legales para los implicados y que el traductor debe saber plasmar.
Quién puede realizar traducciones jurídicas
Para atender a esta cuestión existen varias conjeturas. Por un lado tenemos quien piensa que lo fundamental es contar con una amplia formación en el terreno de la traducción, mejorada con un gran conocimiento de los distintos sistemas legales.
En cambio, otros opinan que el profesional más capacitado para realizar este tipo de traducciones es un jurista con un elevado dominio de los dos idiomas. En cambio, en Traducciones Agora creemos que no es del todo óptima ninguna de las dos opciones. Para nosotros el traductor jurídico idóneo ha de ser jurista y traductor conjuntamente. Algo que en la Unión Europea se viene denominando como jurista-lingüista.
La traducción jurídica profesional es un campo extremadamente especializado que demanda coherencia y precisión, así como una perfecta comprensión de la legislación. Un traductor jurídico debe ser conocedor de los diferentes sistemas jurídicos, ya que en cada país o incluso hasta en cada autonomía existen leyes distintas. El más mínimo error puede acarrear graves consecuencias; por este motivo, es de vital importancia contratar un profesional que avale unos resultados de las más alta calidad.
Un traductor jurídico ha de contar con una consolidada formación académica en Derecho, haber cursado la carrera de Derecho o un Máster especializado. Creemos que estas son las mejores opciones, debido a que este tipo de traslación especializada no se domina realizando unos pocos cursos.
Asimismo, el traductor jurídico se va a encontrar con diferentes desafíos traductológicos al traducir un documento jurídico, por lo tanto, es necesaria también una gran formación en el ámbito de la traducción. Accesoriamente, especializarse en una determinada área jurídica (como por ejemplo, Derecho Mercantil o Derecho Penal), puede resultar decisivo a la hora de garantizar una excelente calidad.
Por lo general, las traducciones jurídicas van orientadas a un público muy especializado. Suelen ser textos muy objetivos ya que detallan una situaciones concretas. A grandes rasgos, no precisan recursos estilísticos, están redactados con las palabras justas y necesarias y empleando una terminología concreta y especializada. Presentan algunas características concretas como por ejemplo la utilización de abreviaturas. Normalmente, en los textos científicos aparecen términos lingüísticos de nueva creación y crean vacíos léxicos y dificultan su traducción a otros idiomas.
Qué documentos requieren traducción jurídica
Como norma general, cualquier documento, texto legal o financiero que comporte la aplicación de derechos u obligaciones para, como mínimo, una de las partes. También los documentos que han sido redactados por un experto en Derecho, ya sea un juez, un funcionario público, un asesor legal o un abogado. Algunos de esos documentos son:
- Acuerdos o contratos realizados entre empresas o particulares.
- Acuerdos sociales y juntas de accionistas.
- Escrituras de constitución de sociedades y estatutos sociales.
- Procesos de Demandas colectivas.
- Memorias anuales, informes de auditoría.
- Documentos de aduanas.
- Pólizas de seguro e informes periciales.